Obtener la Certificatión Verde

Module: Limpieza ecológica

Una de las formas de asegurarse de que la limpieza de tu negocio está a la altura de su potencial ambiental es obtener un certificado. Hay una serie de cursos diferentes que puedes tomar y normas a las que puedes adherirte, como la propia etiqueta ecológica de la UE o la certificación de Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED) de los EE. UU. que le dará a la limpieza de tu negocio credibilidad y una ventaja competitiva en lo que respecta a la comercialización. Esta acción te ayudará a explorar tus opciones a la hora de obtener la certificación ecológica.

Las medidas concretas que se adopten para aplicar esta medida dependerán de la certificación que se elija, además de cualquiera de los requisitos de esa certificación que ya se hayan cumplido. Cualquiera que sea la opción que elija, lo mejor será comenzar con un poco de investigación sobre la certificación elegida; lo que implica solicitar dicha información, los pagos que se requieren (en su caso), los requisitos y, por supuesto, cuán ampliamente conocida y respetada es como insignia. Hay un índice de ecoetiquetas que abarca una gran variedad de industrias, incluida la de la limpieza, que puedes consultar para hacerte una idea de lo que podría funcionar bien para tu empresa en la sección "Recursos adicionales" de esta acción.

Tomando el ejemplo de la etiqueta ecológica de la Unión Europea, el proceso de solicitud comienza por identificar y ponerse en contacto con tu "organismo competente". Se trata de una organización independiente con sede en tu país que se encarga de gestionar y evaluar la aplicación de la etiqueta ecológica de la UE para tu negocio en ese país. No te preocupes si no estas seguro de cuál es tu organismo competente, hay una lista en el sitio web de la etiqueta ecológica de la UE (véase el enlace en la sección "Referencias" de esta acción) de todos los organismos competentes y sus datos de contacto. Una vez que te hayas puesto en contacto con ellos, tu organismo competente debería poder proporcionarte más detalles y recomendaciones sobre cómo proceder.

La propia solicitud sigue este procedimiento; una vez realizados los ajustes o cambios que se necesiten, hay que rellenar formularios, realizar evaluaciones y presentar pruebas antes de que se permita la certificación. Los criterios variarán, por supuesto, en función de la certificación exacta que se pretenda obtener; los criterios de la etiqueta ecológica de la UE están disponibles en el sitio web, incluidas las listas de verificación y los documentos de presentación.

Los criterios para la etiqueta ecológica de la UE incluyen siete que son obligatorios y 12 que son opcionales. Los que son obligatorios implican gran parte de lo que se describe en el resto de este módulo, como utilizar menos sustancias químicas y menos nocivas, asegurarte de que tus sustancias químicas se dosifican o diluyen correctamente y utilizar microfibra, además de la formación del personal, los sistemas de gestión medioambiental, la clasificación de residuos y la información sobre dónde tiene previsto mostrar la etiqueta ecológica. Los criterios opcionales amplían esto, permitiéndote demostrar una especial fortaleza en algunos de los criterios obligatorios clave, como el uso de productos químicos menos dañinos o de microfibras, al tiempo que se añaden a estos criterios centrados en la eficiencia energética y en los vehículos y el transporte ecológicos.

Con el gran volumen de información disponible en el mundo moderno, es aún más importante poder distinguir las credenciales de tu negocio y ofrecer credibilidad como empresa para tranquilizar a los potenciales clientes. Poder exhibir tu certificación es algo muy útil para poder hacer publicidad, además de la ventaja de saber que tu empresa y personal participan en medidas reales para mejorar sus prácticas y el medio ambiente. Eso sin mencionar las otras eficiencias y ahorros beneficiosos que pueden obtenerse como resultado de los cambios requeridos de esta certificación.

Los beneficios de estar asociado a un plan de certificación de este tipo pueden ser múltiples: además del reconocimiento, la credibilidad y los negocios adicionales que se pueden lograr, las prácticas y los cambios que se aplican como parte del proceso de certificación pueden dar lugar a una mayor eficiencia, ahorro de costes y un bien ambiental en general.

Las dificultades dependerán de la certificación que se elija y de lo cerca que se esté de cumplirla, pero basta decir que pueden incluir gastos (incluidos los honorarios de la certificación), recapacitaciones, cambios en las adquisiciones y las prácticas, y formularios y procedimientos administrativos gravosos.

Desafortunadamente, esto a menudo terminará siendo un proceso medianamente largo, cuando se consideran los pasos requeridos. En primer lugar, elegir la certificación que deseas solicitar; en segundo lugar, evaluar cuántos de los criterios ya cumples; en tercer lugar, realizar los cambios necesarios para cumplir todos los criterios; y en cuarto lugar, los esfuerzos administrativos que se requerirán para compilar las pruebas y formularios necesarios que se presentarán.

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Debido a la naturaleza de esta acción, los costes asociados a la misma dependerán de la certificación que se decida llevar a cabo, pero es probable que, en cualquier caso, sea una gran inversión. La tasa de registro inicial por si sola, por ejemplo, de la certificación LEED (esta certificación tiene que ver con el mantenimiento del edificio pero como tal contiene considerables aspectos de limpieza) es de más de 1000 euros. El coste de la etiqueta ecológica de la UE dependerá del país en el que se encuentre, pero en el Reino Unido, a modo de ejemplo, la tasa de registro para una pyme es de 500 libras esterlinas (560€ aprox), menos que la de LEED, pero sigue siendo una inversión.

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Al igual que los demás requisitos de esta acción, la formación exigida variará en función de los criterios de la certificación que tengas previsto realizar, así como de la forma en que ya esté funcionando tu empresa. Puede que sea necesario impartir cierta formación sobre temas como nuevos equipos, nuevos productos químicos o diluciones, gestión de desechos o, incluso, sesiones de formación para los interesados que puedan necesitar participar en la elaboración de un plan de ordenación ambiental.